Cada vez se escucha más el concepto de geometría sagrada pero ¿sabemos qué es exactamente? Primero de todo, la geometría por sí sola estudia las propiedades del espacio, la superficie y volumen de los cuerpos sólidos, así como la forma de medirlos y las relaciones entre puntos, líneas y ángulos. Por otro lado, el término “sagrado” designa todo aquello que es venerado a un culto divinidad o que está relacionado con alguna creencia y sus misterios.
Pues bien, la geometría sagrada se refiere a los patrones universales que están presentes en todas las cosas de nuestra realidad y que responden con harmonía a reglas geométricas y razones matemáticas. Por ejemplo, son miles las formas observadas en la naturaleza que responden a patrones geométricos. La concha nautilo crece a un ratio constante y así su cáscara forma un algoritmo en espiral que le permite crecer en proporción sin alterar su forma. Otro ejemplo son las colmenas de abejas, construidas en celdas hexagonales perfectas.
La geometría sagrada interpreta la simbología oculta en cada una de las formas de la naturaleza, pues todo en el universo proviene de una misma fuente o inteligencia universal (podemos llamarle Dios, Madre Tierra, Cosmos…). Se debe entender la geometría sagrada o ratio dorado como el reconocimiento de patrones, una compleja visión de símbolos y estructuras que representan tiempo, espacio y forma. Patrones de existencia que son percibidos como sagrados.
Aplicaciones de la geometría sagrada
Ya desde la antigüedad, el ratio dorado se ha empleado en la planificación de espacios y construcciones como iglesias, mezquitas, monumentos religiosos, altares y arte religioso. Así es como nacen, por ejemplo, los mandalas y los yantras. Cuando observamos la simplificación de estos complejos patrones en diseños de arte y arquitectura, estamos consagrando las leyes de la creación y el plan maestro y divino del universo. Contemplar y meditar a través de estas formas nos abre las puertas a la consciencia de que todo está conectado bajo las mismas leyes y la sabiduría del universoArquetipos geométricos
Hay 7 formas principales dentro de la geometría sagrada: los cinco sólidos platónicos, el círculo y la espiral. Los cinco sólidos son el tetraedo, el cubo, el octaedro, el icosaedro y el dodecaedro: todas ellas son formas simétricas, todos sus ángulos son iguales, y caben dentro de la matriz universal (esfera).
Desde un simple átomo o una hoja de un árbol hasta una inmensa galaxia o un bosque responden a un mismo patrón geométrico. A lo largo de la historia, se han reconocido ciertos arquetipos geométricos. Un arquetipo es hermético (como es arriba es abajo), es perfecto e inmutable, y tiene un significado simbólico y psicológico. Los más conocidos son:
- la flor de la vida
- el cubo de metraton
- la vesica piscis
- los tubos toros (nudo gordiano, tibetano...)
- la estrella tretraédrica (merkaba)
Toda la creación está formada de energía. Y esta energía no está ahí al azar ni se mueve al azar. La energía sigue un ritmo, y en un ritmo subyace un patrón. En este sentido, detrás de toda vibración, detrás de toda frecuencia, hay un mapa geométrico existente, un algoritmo que une y crea todas las realidades. Cuando tu mente racional empieza a entender todo esto, se abre ante ti una nueva y hermosa perspectiva de la vida.
¿Quieres saber más sobre este mágico tema? ¡Visítanos bien pronto! Tendremos más artículos super interesantes sobre la flor de la vida y otros arquetipos geométricos ;)