La principal toxina para el yogui es Avidya, una palabra que viene del lenguaje Sánscrito y que significa "ignorancia, engaño e ilusión". La función de la Avidya es suprimir la naturaleza real de las cosas y presentar algo distinto en su lugar. Crea una ilusión de nuestro "yo", identificándonos con nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y sentimientos en lugar de con el Todo, y nos hace pensar que estamos separados de los demás.
Mediante la práctica de Yoga, puedes definitivamente llevar claridad a esa confusión. Avidya es la causante de muchas de nuestras dolencias, sufrimientos, tristezas y miedos, mientras que la identificación con el Todo crea un cuerpo ligero, casi angelical que es prácticamente invulnerable al dolor, a la enfermedad o al trastorno emocional.
Cuáles son los caminos de la desintoxicación?
Aquí están algunos de ellos:
Cantar Mantras:
Cantar nos lleva a nosotros mismos, nos equilibra y crea una atmósfera de amor compasivo que va limpiando el corazón del que los canta.
Kriya:
Yoga ofrece una variedad de prácticas de limpieza llamados Kriya, cada uno diseñado para limpiar las impurezas del cuerpo físico y sutil. Hay muchos ejercicios de Kriya, por ejemplo Kapalabhati, y cada uno específico para la necesidad del practicante, ya que algunas personas necesitan relajarse y otras pueden necesitar activarse en determinados momentos de la vida.
Meditación:
Nuestros pensamientos no son necesariamente incorrectos. Lo malo es la identificación con los pensamientos negativos que habitan en nuestra mente, dejar que se hagan cada vez más grandes y estimularlos más y más, confundiendo a nuestro verdadero ser con pensamientos sobre nosotros mismos.
En la meditación observamos como surgen nuestros pensamientos y los dejamos ir. La intención es conectarnos con nuestro ser verdadero e identificarnos cada vez menos con nuestros pensamientos.
Asana:
La práctica de asanas nos lleva fuera de un rango limitado de movimiento y nos introduce en un mundo de posibilidades que no teníamos en cuenta que nos faltaba. La Asana mejora nuestra confianza en nosotros mismos y destruye el veneno de la baja auto-estima. Asana también estimula el sistema endocrino, lo que aumenta nuestra inmunidad para que podamos ser menos susceptibles a las toxinas físicas, como los contaminantes ambientales en el aire, el agua y los alimentos que comemos. Todas las asanas ofrecen estos beneficios, pero las torsiones son desintoxicantes particularmente poderosos.
Yoga enseña que nosotros creamos nuestra propia realidad por la forma en que vemos las cosas. Nuestra perspectiva, entonces, es la clave. Estas prácticas ofrecen la oportunidad de experimentar la vida desde una perspectiva diferente y por lo tanto nos proporcionan oportunidades para acabar con las toxinas que nos aquejan.
Crea una rutina en donde tu foco sea limpiarte de la aflicciones de Avidya. Todos en algún punto de nuestra vida nos vemos enfrentados a la ignorancia de no ver las cosas como son y está en nosotros llevar la luz a nuestro interior.
Namasté,
Nina