Los mándalas son coloridos diseños circulares que simbolizan el concepto de vida eterna, un diagrama cósmico que nos recuerda nuestra relación con el infinito. La palabra proviene del antiguo sánscrito y significa “círculo sagrado”. Surge en el arte tradicional hindú y budista, pero si miramos bien los encontramos en las expresiones de casi todas las tradiciones espirituales del mundo: En los rosetones de las grandes catedrales, en las ruedas medicinales de los indígenas americanos, en el I Ching, y en las pinturas circulares Zen, entre muchas otras.
Además, los mándalas aparecen en todos los aspectos de la vida: La Tierra, el sol, la luna, e incluso en situaciones tan cotidianas como nuestros círculos familiares y amistosos. Todos tienen forma o los concebimos psicológicamente como círculos. Los hindúes fueron los primeros en usar los mándalas como herramienta espiritual, aunque hoy en día la mayoría cree son exclusivos del budismo.
Desde tiempos remotos los mándalas fueron utilizados con el propósito de meditar, aunque en la actualidad tienen muchos usos, entre ellos son herramienta para fomentar la capacidad de concentración y creatividad de los niños en edad escolar. Los mándalas son atractivos visualmente con el objeto de absorber la mente a tal punto que los pensamientos irritantes desaparezcan, una manera amable de empujarnos hacia la meditación.
Cómo utilizar un mándala
Escoge un mándala que te guste, averigua su significado o ponle uno. Una vez decidida la intención, permite que tu mente vague sobre los colores y las formas del dibujo, piérdete en su belleza, deja que absorba toda tu atención. Relájate y deja que fluyan tus sentimientos y pensamientos. Si sientes angustia, incomodidad, o te distraes, sencillamente refocaliza tu atención en el mándala. Estás expandiendo la capacidad de tu mente y tu memoria; fundiéndote con el universo, estás asimilando la noción de unión, totalidad, integración, y representación de lo absoluto.
Para una mayor comprensión, es interesante saber el significado de los colores en un mándala:
- Blanco: La nada, pureza, iluminación, y perfección.
- Negro: Muerte, limitación personal, misterio, renacimiento, e ignorancia.
- Gris: Neutralidad, sabiduría, renovación.
- Rojo: Masculino, sensualidad, amor, arraigamiento, pasión.
- Azul: Tranquilidad, paz, felicidad, satisfacción, alegría.
- Amarillo: sol, luz, jovialidad, simpatía, y receptividad.
- Naranja: Energía, dinamismo, ambición, ternura, y valor.
- Rosa: Femenino, infantil, dulzura, y altruismo.
- Morado: Amor al prójimo, idealismo y sabiduría.
- Verde: naturaleza, equilibrio, crecimiento, y esperanza.
- Violeta: Música, magia, espiritualidad, transformación, e inspiración.
- Oro: Sabiduría, claridad, lucidez, y vitalidad.
- Plata: Capacidades extrasensoriales, emociones fluctuantes y bienestar.