Se llama lota nasal y es tan útil y sencilla que debería estar en todas las casas. Su forma recuerda a la lámpara de Aladino, lo que le da un aura de fantasía. Su función es el lavado nasal, asociado a los canales de energía del cuello y la cabeza por lo que es considerada imprescindible para curar los desequilibrios en esa zona. Repasamos como usarla.
Necesitas:
Una lota nasal llena de agua tibia salada, lo ideal es a la temperatura de tu cuerpo para no hacerte daño. Usa una cucharada tamaño té de sal por cada medio litro de agua.
La técnica:
Inserta la punta de la lota nasal en nuestra fosa nasal izquierda y suavemente inclinala cabeza hacia la derecha permitiendo al agua correr. Respira por la boca. El agua debe fluir naturalmente hacia adentro a través de la fosa nasal izquierda y salir por la derecha. Permite que el agua corra a través de tus fosas nasales por aproximadamente 20 segundos. Remueve la lota y sopla por la nariz con intención moderada, no quieres hacerte daño. Repite el mismo proceso pero esta vez empezando por la fosa derecha.
Ahora debes secar las fosas nasales. Agáchate desde la cintura hasta quedar de cabeza al suelo y permanece en esta postura unos 30 segundos, soplando por la nariz eventualmente hasta que drene todo el agua.
Es posible que sientas cierta quemazón al inicio y luego te veas los ojos rojos, esto dejará de ocurrir después de usar la lota nasal algunas veces. Se recomienda repetir cada mañana y aumentar la frecuencia en estados gripales o constipados.
Precauciones:
El agua solo debe fluir a través de la nariz, si la sientes en la garganta o la boca es indicativo de que la posición de la cabeza es incorrecta, ajusta la postura con pausa en ese caso. Asegúrate de que tus fosas nasales queden secas al final del proceso, de lo contrario puedes sentir síntomas de resfriado a posteriori. Si sufrieras de hemorragias nasales no utilices la lota nasal.
Beneficios:
Necesitas:
Una lota nasal llena de agua tibia salada, lo ideal es a la temperatura de tu cuerpo para no hacerte daño. Usa una cucharada tamaño té de sal por cada medio litro de agua.
La técnica:
Inserta la punta de la lota nasal en nuestra fosa nasal izquierda y suavemente inclinala cabeza hacia la derecha permitiendo al agua correr. Respira por la boca. El agua debe fluir naturalmente hacia adentro a través de la fosa nasal izquierda y salir por la derecha. Permite que el agua corra a través de tus fosas nasales por aproximadamente 20 segundos. Remueve la lota y sopla por la nariz con intención moderada, no quieres hacerte daño. Repite el mismo proceso pero esta vez empezando por la fosa derecha.
Ahora debes secar las fosas nasales. Agáchate desde la cintura hasta quedar de cabeza al suelo y permanece en esta postura unos 30 segundos, soplando por la nariz eventualmente hasta que drene todo el agua.
Es posible que sientas cierta quemazón al inicio y luego te veas los ojos rojos, esto dejará de ocurrir después de usar la lota nasal algunas veces. Se recomienda repetir cada mañana y aumentar la frecuencia en estados gripales o constipados.
Precauciones:
El agua solo debe fluir a través de la nariz, si la sientes en la garganta o la boca es indicativo de que la posición de la cabeza es incorrecta, ajusta la postura con pausa en ese caso. Asegúrate de que tus fosas nasales queden secas al final del proceso, de lo contrario puedes sentir síntomas de resfriado a posteriori. Si sufrieras de hemorragias nasales no utilices la lota nasal.
Beneficios:
- Remueve la suciedad y el mucus lleno de bacteria
- Alivia resfríos y sinusitis, y otros desórdenes de los oídos, ojos, y garganta como la miopía, ciertos tipos de sordera, amigdalitis, inflamación de las adenoides y las membranas mucosas.
- Tiene una influencia calmante en el cerebro y es beneficioso para la epilepsia, la migraña, y la depresión.
- Da una sensación general de ligereza y frescura en la cabeza y elimina la somnolencia.
