Meditar no es nada extraño: es una experiencia universal y a veces lo hacemos sin darnos cuenta. Por ejemplo, cuando estamos ocupados en una actividad que nos gusta mucho y nos sentimos tan felices y concentrados que no nos damos cuenta de cómo transcurre el tiempo.
LA MEDITACIÓN Y EL YOGA Las técnicas de meditación ayudan a centrar la mente y acallar ese parloteo interno que nos resta energía y nos crea estrés. En la tradición yóguica, la meditación es una práctica para conectar con la consciencia universal. Las asanas o posturas están diseñadas para que podamos meditar con mayor comodidad: con el cuerpo inmóvil y la columna erguida, respirando conscientemente y con la mente concentrada. De este modo, la energía sutil o prana fluye con mayor facilidad por los canales energéticos o nadis y ganamos en salud física y emocional.
LA MEDITACIÓN Y LA SALUD FÍSICA Meditar regularmente ayuda a reducir los efectos negativos del estrés prolongado y puede protegernos de:
- tensiones musculares
- dolores de cabeza
- falta de concentración y pensamiento confuso
- insomnio
- problemas respiratorios
- cansancio físico, etc.
LA MEDITACIÓN Y LA FELICIDAD Practicar meditación nos hace más conscientes de nosotros mismos y de cómo nos relacionamos con nuestro entorno. Por ello, meditar regularmente nos permite transformar nuestra calidad de vida, ya que logramos una comprensión más profunda de nuestra realidad. Desde este entendimiento, podemos responder con sabiduría a las situaciones que se nos presentan en el día a día.
PARA EXPERIMENTAR QUÉ ES LA MEDITACIÓN Para experimentar qué es la meditación, prueba esta corta y sencilla práctica durante 5 minutos: