El otoño es la estación del año en la ocurren grandes cambios y transformaciones, no solo en la naturaleza sino en nuestro propio ser. Si el verano era una época de expansión y apertura, cuando llega el otoño la tendencia natural es la contraria.Y al igual que los árboles se desprenden de las hojas secas, es un buen momento para liberarnos de aquellas cosas que ya no nos sirven.
Según la medicina tradicional china, los pulmones y los intestinos pueden sufrir desequilibrios en el otoño. Los pulmones contienen nuestra tristeza y falta de voluntad y los intestinos, nuestros miedos. El otoño despierta estas emociones y nos pemite trabajar sobre éstas.
Una persona con una energía de los pulmones equilibradas se siente segura y alegre. Al contrario, si los primeros días de lluvia y de frío despiertan cierta melancolía, se puede actuar desde ahora para volver a equilibrar esta energía.
¿Cómo adaptarse al cambio de estación y encontrar estabilidad en esta época del año?
Es recomendable que en esta época cambiemos nuestros hábitos para ayudar al cuerpo, a limpiarse y a la mente a encontrar estabilidad y calma interior. Respirar Pon conciencia en la respiración y dale espacio. Observa cómo el aire entra y sale por nuestra nariz, cómo va a los pulmones y allí renueva la sangre. Observa tus emociones reprimidas o descontroladas y respira. Esté en una actitud mindfulness, sea uno con la respiración e intenta dejarte fluir sin resistencias ni juicios. Ir a pasear Aprovecha para ir a pasear por el campo, al lado del mar y sea consciente de tu respiración.¿Por qué no juntarte a la salida otoñal propuesta por Naomad? Aprovecha de la caminata en silencio para observar y conectar con la naturaleza, sin intelectualizar, simplemente disfrutando de su belleza y sabiduría. Dejar ir Esta época del año nos enseña a dejar de seguir a otros y a encontrar lo que es verdaderamente auténtico en nosotros y sujetándonos a ello, dejar ir aquello que ya murió. Pero es sólo manteniéndonos maleables y flexibles que podremos soltar aquello que ya no nos sirve: formas de hacer que ya no dan más, pensamientos obsoletos, hábitos que empiezan a ser perjudiciales o creencias limitantes. La simbólica del otoño es bella para aquellos que no temen ver desaparecer algunas cosas. Después de la efusión de energía de la primavera y del verano, algunas partes de nosotros deben descansar y otras, deben reciclarse. Estas pequeñas muertas no son fines en sí sino transformaciones, periodos de transición de un estado hasta el otro. Entonces, cuídate, sea indulgente contigo mism@ y con los demás, todos estamos en el mismo barco, aunque tengamos diferente estrategias para disimular un momento de duda ; - )Aparentemente el árbol está quieto pero en su interior sigue fluyendo, se prepara para el invierno y para recibir en primavera el fruto de lo que ha plantado.
Crear espacio En vez de llenar tu tiempo de actividades, trata de crear espacio tanto en casa como en la organización del día. El mensaje del otoño podría ser el siguiente: camina hacia la Esencia de lo que eres. No hacia lo que quisieras ser o lo que eras. Sino lo que ERES ahora. Y la mejor manera no es llenando tus días de actividades sino todo lo contrario: frenando el ritmo, haciendo y moviéndote menos, creando ESPACIO; y sobre todo, entrando en contacto con lo más simple. Por ejemplo, en yoga, tu práctica tendrá que ser muy sencilla. En nuestro próximo post, te dejaremos algunas pautas para que acomodes tu práctica de yoga a las necesidades de tu cuerpo y de tu mente en otoño. Feliz práctica otoñal y hasta pronto!